Espiral de Saraswati

domingo, 15 de abril de 2012

PATRICIA SEVERIN, ALICIA BARBERIS Y GRACIELA PRIETO: UN EMPRENDIMIENTO EDITORIAL ARGENTINO


    Me llegó por medio del correo un libro “El infierno de los vivos” de Alicia Barberis, editado por la editorial Palabrava,  que es incluido en una de las apariciones del diario El litoral de Santa Fe, el  conocido periódico de esta provincia argentina. Lo primero que llamó mi atención es la impecable factura de la publicación, luego me encontré con un texto interesantísimo que en principio se inscribe en la tradición de cierta literatura italiana marcada por el neorrealismo, hay una distancia en quien narra y al mismo tiempo el texto  alcanza intensidad. Mediante un lenguaje despojado, parco, se relata la historia de una muchacha de catorce años que sufre abuso sexual y vive en un hogar de menores. Las creadoras de este hecho son tres escritoras santafesinas: Patricia Severin, Alicia Barberis y Graciela Prieto, que no sólo han logrado un producto de calidad sino ponen al alcance de la gente  obras literarias de autores santafesinos a precio módico. Además emprenden talleres literarios que acompañan el proyecto y que están a cargo de la poeta Laura Yasán. La intención de valorizar la tarea de los escritores y estimular la lectura. La próxima obra publicada  saldrá con el diario El Litoral el día 27 de junio y el autor  seleccionado es Enrique Butti.
   Con el libro entre mis manos no pude dejar de lado el momento ya prolongado que vivimos los escritores que hemos visto desaparecer a las editoriales medianas y pequeñas, las que tradicionalmente han sido la sostenedoras de la producción literaria nacional de envergadura que no concebe al libro como un objeto puramente comercial, ellas permitieron el surgimiento de una tradición literaria que  delinea un perfil de nuestra cultura, que nos expresa como sociedad y que en tanto arte se convierte en el sostén de todas las otras actividades humanas. Ninguna sociedad sobrevive espiritualmente si no se reconoce a sí misma, es decir si no logra simbolizar su propia imagen en objetos artísticos.  El espejo que nos muestra quiénes somos nos otorga identidad y sólo así, al concebirnos como parte integrante de un conjunto, somos capaces de constituir la unidad mayor que es la sociedad entera. Lamentablemente la irrupción de las megaeditoriales que fagocitó a las medianas y pequeñas ha ahogado el proceso de diversidad,  riqueza y matices de las distintas expresiones literarias al proponer un modelo unificado que está más ligado a los intereses comerciales que a la búsqueda de nuevas voces que enriquezcan nuestra mirada. De modo que este emprendimiento que dio origen a Palabrava que me llena de alegría. Su objetivo es difundir la labor de escritores santafesinos y sabemos que Santa Fe es una provincia con escritores de prestigio, lo es tradicionalmente y en la actualidad llama la atención la cantidad de excelentes narradoras y narradores que son los que yo más frecuento por afinidad.
   Desde hace unos cuantos años los escritores y escritoras intentamos sobrevolar este hecho que impide la publicación de nuestras obras,  me refiero a las que no responden al modelo mercantil que las megaeditoriales proponen y difunden. En el año 2000 fue Sonia Catela ,  escritora también santafesina, la que  impulsó un nucleamiento de escritoras en lo que se denominó “Encuentro nacional de escritoras” que tuvo un principio auspicioso y que contó con el apoyo de legisladores de todo el país, claro que el intento naufragó cuando la economía nacional se vino a pique como todos sabemos.  Desde Córdoba,  María Teresa Andruetto está realizando un valioso relevamiento de escritoras argentinas publicando los artículos en letra impresa y en Internet en su página “Narradoras argentinas”. No puedo dejar de nombrar a mi querida amiga Libertad Demitrópulos que organizó el Primer Encuentro Nacional de Escritoras y creo que fue gracias a ese hecho que yo conocí a Patricia Severin, una escritora que admiro y aprecio como persona.  Estos intentos con logros o interrupciones no fueron en vano, lo que me conmueve es que Patricia, Alicia y Graciela no se quedaron ancladas en la queja ni en la resignación sino que lograron en forma concreta llevarlo a cabo. Esto abre un camino para todos, crea, como dicen algunos biólogos modernos y como sostiene la física cuántica, un campo mórfico o mental que nos permite abrevar a todos, dicen que cuando un proceso se inicia ya está planteada  una  impronta  que fortalece su perdurabilidad en el tiempo, así es que y lo más probable en términos físicos es que continúe. Lo que ha emprendido Palabrava es un emprendimiento que  está decidido  a sacar a relucir lo genuino de nuestra producción literaria nacional, un espejo que comienza a reflejarnos a todos y, en ese sentido, un alimento imprescindible para continuar avanzando. Y  además el proyecto logra que la región se construya a sí misma   retratando el mundo a través de la mirada de sus escritores, tal como el siglo XXI con su propuesta de diversidad y a la vez de autoafirmación nos está instando a realizar.

Patricia Severin, presentando la novela de Alicia Barberis