Espiral de Saraswati

viernes, 9 de mayo de 2025

Enfrentamientos al modelo patriarcal en la obra de Libertad Demitrópulos

 


                  


    Libertad  Demitrópulos solía afirmar que el poder público había sido siempre ocupado por el autoritarismo y la violencia y que las mujeres habíamos venido conspirando secretamente durante siglos, forjando, gracias a la escritura, un espacio desde el cual nos resistíamos al dominio de ese poder. Propuso además que revisáramos la cultura bajo una mirada femenina, reclamaba entre otras cosas la necesidad de destacar la existencia de "lo femenino" y la de crear categorías nuevas para abordar teóricamente, estudiar y  profundizar  las producciones literarias hechas por mujeres. Esto lo dijo en la década del ochenta con respecto al sistema teórico con que eran abordados los textos escritos por mujeres. Sin duda la cultura ha sido interpretada desde "lo masculino", es decir sin salirse de los márgenes del esquema patriarcal, con su rigidez, su dominio de la fuerza, su enfrentamiento mezquino, su falta de compasión y su feroz lucha por la competencia. Esos han sido sus conceptos expuestos innumerables veces en reportajes y exposiciones públicas. Ahora si nos enfocamos en su obra es evidente que toda ella se yergue como una réplica a los valores patriarcales, desde Río de las Congojas en la que el pasado se erige como metáfora del presente y el presente era la última dictadura militar hasta el lugar de la mujer en los distintos tiempos, “pone en primer plano la cuestión de la opresión de género, algo poco corriente en la narrativa argentina de comienzos de los años 80”· ( Florencia Abbate) Observamos una escritura en la que la profusión de lo diverso y lo mucho entremezclado en personajes, cultura, voces, superposición de planos, son un rasgo típico que le otorga una gran espesura al texto, hay como una especie de abundosidad, predomina lo profuso,  lo macroscópico, ante esto la línea argumental a veces permanece difusa.   Me atrevería a decir que su escritura podría definirse  como la embriaguez de lo múltiple. El lenguaje parece tener mayor protagonismo que los hechos  pero los hechos no son para nada minúsculos, ya que ocurre de todo, incluso en el nivel argumental los acontecimientos significativos no escasean, si quisiéramos trabajar la hipérbole habría que hacerlo en varios niveles, en el lenguaje, en lo argumental, en el modo de tramar las historias, donde se imbrican unas con otras, donde se  entremezclan los tiempos. Capas y capas de significación, una historia referida da a entender toda una trama que apenas fue sugerida.

    A primera vista lo que sobresale en la obra de Demitrópulos es la creación de personajes femeninos con un trazado y una envergadura que los destacan y se contraponen  a los esbozados, a lo largo de la tradición, por lo hombres escritores dedicados a la ficción literaria. Mujeres con  intensa energía y capacidad de decisión determinante que no acataron el mandato ya instaurado en la época colonial que reducía el rol de la mujer a la procreación y a la preservación del patrimonio varonil. Pero hay algo más interesante y significativo aún y es la escritura en su aspecto formal.  Se evidencia una actitud de respuesta crítica al statu quo y una actitud interesante frente al uso del idioma. Toma los giros de voces  marginales sumadas a una mirada personal y establece una particular  posición frente al lenguaje establecido  quebrando la conformación misma del idioma.

   Gran parte de los argumentos de sus novelas se centran en la lucha por el poder, el poder mundano de los hombres que salen a la conquista de tierras, el poder que los hombres han ejercido sobre las mujeres, lo que no es otra cosa que la historia del patriarcado, en sus relatos se plantea la tensión inevitable entre quienes tienen el poder y quienes resultan sojuzgados por ese poder,  llámense indios, mulatos, criollos, negros  o mujeres. Y tampoco elude el otro poder, sustento del patriarcado, el de la Iglesia que tanto peso tiene en las regiones donde transcurren las historias. La incidencia de cualquiera de las formas de autoridad suele definir el curso de la trama en los relatos. En todas sus novelas escritas en la segunda mitad del siglo XX aparece infinidad de veces el abuso hacia la mujer que es golpeada y asesinada por sus maridos, novios, amantes o patrones. Intentaré rastrear y señalizar cuáles son los rasgos y procedimientos que sustentan lo anteriormente expuesto.

 

1)     Concepto de tiempo circular en las novelas de Demitrópulos el tiempo vuelve constantemente entre el pasado y el presente a través de un movimiento que los va entramando,  este tiempo se corresponde con la cosmovisión mítica, no es el tiempo lineal sino  el tiempo mítico propio de las culturas  matriarcales, mientras que el tiempo lineal  lo hace en sucesión vertical,  un tiempo más patriarcal en el sentido de que es un tiempo racional  en el que se concatena  causa y efecto un modo mecánico. La clásica unilateralidad del patriarcado se expresa en el concepto de tiempo lineal. La amplitud del círculo permite una mayor integración de las partes mientras que la linealidad estrecha el paradigma. Un ejemplo recientemente divulgado a través de un trabajo sobre el calendario maya nos da una idea de cómo este pueblo originario de América concebía la organización temporal conectándose con la naturaleza: un concepto circular.  El calendario gregoriano, surgido de un concepto patriarcal,  organiza el tiempo compartimentándolo de un modo artificial por eso hay meses con treinta días o 31 días  y un mes con 28 días rompiendo con los ciclos naturales precisamente ese rompimiento lo vuelve artificial, falso. El excesivo racionalismo en la realización de este calendario rompió con los ciclos armónicos de la naturaleza. En los relatos de Libertad Demitropulos el manejo que hace del tiempo donde de pronto está hablando de un pasado remoto en la historia nacional y vuelve al presente del relato en el siglo 20 y, con un mismo movimiento, entrelaza los sucesos con una especie de fluidez, no hay un suceso perdido, mediante un movimiento espiralado se vuelve a una misma situación una y otra vez. La manera en que introduce el pasado cuando está hablando y como del pasado viene al presente solo puede darse desde un concepto de tiempo circular,  no hay un blanco en la hoja,  no hay un espacio no hay un capítulo no hay separación, la voz va y viene como una especie de continuación en el que un tiempo y el otro se van implicando,  el mismo procedimiento usa con las voces que están hablando de los distintos narradores. A este concepto de tiempo se le suma el de los tiempos simultáneos que aparece con nitidez  en la novela “Un piano en Bahía desolación” en el que se habla de una grieta en el tiempo y todos los momentos parecen convivir. Libertad Demitrópulos   era jujeña y por lo tanto estaba insertada en  rica tradición del noroeste con su fuerte legado de la civilización andina de la cual abreva no solo el concepto de tiempo sino de muchos otros rasgos culturales que se expresan en su obra.

 

2)     Un sistema social estratificado en orden de sojuzgamiento.

Se remarca la tradición y la rigurosa estratificación social. El sistema patriarcal necesita de la existencia de clases sojuzgados al poder de las que detentan el manejo del dinero y las instituciones de gobierno. Ese concepto está remarcado con insistencia en las historias narradas por Demitrópulos. El patriarcado se alimenta de esa pirámide en cuya cúspide está el poder y por debajo quienes resultan sometidos a ese poder, ella  tiene plena conciencia de los que se encuentran abajo en la pirámide y la intriga de sus historias dan cuenta de ello de un modo insistente,  por ese motivo la historia del país está tan presente y es traída hasta el aquí y ahora del relato con el fin de desmontar y explicar este estado de cosas.

 

3)     La ambición de los hombres condena a las mujeres a la soledad. La lucha por el poder con frecuencia es el eje de las historias narradas por Demitrópulos. El poder mundano sea por el prestigio o por el dinero es un imán o un anzuelo que desnivela la vida de las mujeres y   empobrece y limita sus perspectivas de vida. Cito de “La flor de hierro”: “la vanidad volcaba la balanza hacia la guerra”. La sensualidad del poder “Es vanidad de creación….caminar por una ciudad que uno ha creado es como acariciarla”. La vanidad es el ego puesto delante de cualquier otra conveniencia social, el individualismo mezquino es un antivalor que ha forjado en el imaginario patriarcal como si el hacedor de la historia fuera un individuo cualificado y genial y no un conjunto social, el líder salvador es un arquetipo que el capitalismo explotó al extremo y por supuesto ese líder debe ser  necesariamente un varón.

 

4)     Tendencia a lo inclusivo y al movimiento de expansión horizontal en la visión del mundo y de nuestro país.  Demitrópulos se propuso escribir una novelística en la que estuvieran expresadas todas las regiones de nuestro país. Así “Río de las congojas”, transcurre en la región mesopotámica, “La mamacoca” en el noreste, “La Flor de Hierro en noroeste”, “Un piano en bahía desolación” en la Patagonia,  “Sabotaje en el álbum familiar”  centro norte, en la novela confluyen  muchas voces este carácter de la obra de Libertad  manifestó su intención de dar cuenta de cada región del país en su obra  se corresponde con gran cantidad de voces de personajes que hablan en primera persona en su mayoría marginales. El carácter antipatriarcal se manifiesta una vez  más por su tendencia inclusiva y lo inclusivo es enriquecedor porque está diversificado y muestra una gama amplia del espectro oponiéndose al típico rasgo excluyente del patriarcado. Lo inclusivo no solo en un plano cultural sino por mostrar lo diverso en todas sus facetas. Y en el plano literario lo hace haciendo confluir varios géneros como bien lo señaló Florencia Abatte en varios de sus abordajes crítico:  en la escritura de Demitrópulos conviven el folletín, la novela de aventuras, el discurso epistolar, periodístico,  la novela romántica, el radioteatro, la tradición oral de leyendas y coplas.

 

5)     La desobediencia como modo de respuesta ante un poder avasallador y dominante. Desobediencia de este personaje es imitado por otras mujeres que en la novela “Sabotaje en el álbum familiar”  año tras año se van con el circo la hija de Waldina que se escapa con el domador de circo es María Troncoso aquí se enfatiza la figura de Waldina en su carácter de mujer hombre en la protectora de los valores patriarcales la que ejerce el poder y el mando esta manera Demitrópulos muestra que el patriarcado se  afianza también  a través de las mujeres, las que han venido sustentando en tanto transmisoras de la cultura,  no son los hombres sino que es un paradigma el que ha prevalecido sustentado por hombres y mujeres. (María Muratore enfrentándose a los hombres de J de Garay con arcabús)

 

6)     Coexistencia de Multiplicidad de voces, de planos, de tiempos, de discursos.  Llama la atención en los textos el Demitrópulos el modo en que se van insertando  o imbricando las voces unas con otras a veces sin solución de continuidad dentro de un mismo párrafo, da un salto, se hace una incisión y pasa otra escena. El texto literario es  entendido como irrupción de voces o como confluencia de voces (voces de mulatos, indios, mujeres marginales) pasa de una voz a otra sin texto se va componiendo de estos retazos como si las voces hubiesen quedado prendidas al aire y no se soltaran de allí y al recopilarlas mediante tramas concéntricas se combinaran de tal forma que el texto alcanza su coherencia y armado y la historia se cuenta sola. Esta idea de totalidad abarcadora  que huye de lo atomizado, de lo encapsulado e imbrica un elemento con otro supone un movimiento horizontal en el plano estético que se corresponde con lo que ha hecho en el nivel  cultural. Recordemos que el movimiento horizontal es siempre integrativo porque abarca un espectro mayor en oposición a lo restrictivo de la verticalidad patriarcal que comprende una franja reducida.

 

 

7)     Construcción de una figura femenina genuina Libertad Demitrópulos pone al descubierto la mirada que tradicionalmente los hombres han tenido hacia la mujer  y lo hace muchas de muchas maneras. En la biografía sobre Eva Perón que si bien no es un libro ficcional sino que es una biografía que da cuenta del trabajo y de la vida  como constructora del peronismo, dice que es curioso que la figura que más se divulga de Eva la iba vestida con traje de gala lujoso y joyas y lo interesante es que esas son muy pocas las fotos de ella que existen,  no se  han difundido en la misma medida aquellas en las que Eva está detrás del escritorio trabajaba horas la Fundación que llevaba su nombre mucho más  o en la quinta de San Vicente donde fue montones de veces retratada, y esas no se muestran. La construcción de la imagen es muy patriarcal, se espera que la mujer sea femenina, apenas dejando deslizar un comentario  emite un concepto muy vasto y puntual. Florencia Abbate dice que en general las mujeres se las muestra misteriosas,  inasibles. Las mujeres de los libros de Libertad son sanguíneas como bien señala Abbate.

 

8)     Escenas o situaciones argumentales que funcionan como metáforas de un modelo de pensamiento. Con relativa frecuencia la línea argumental y los textos de Demitrópulos se vuelven brumosos,  difusos, pierden su nitidez, tal vez por eso sea  necesario cada tanto que surjan escenas emblemáticas que condensan y vuelven muy gráfica la significación del texto. Señala Nora Domínguez que los personajes son emblemas -hasta sus nombres denuncian su marca de personalidad, pero lo emblemático se halla también en escenas que funcionan como coágulos en el fluir del discurso, se coagula, se densifica la significación para que la comunicación resulte evidente. Estas escenas resignifican o refuerzan el valor de la significación de la novela.  Hay muchas entre ellas cantidades de mujeres que mueren por violencia de género a manos de sus cónyuges, amantes o novios que van más allá de un testimonio, otras como por ejemplo en la novela “Sabotaje en el álbum familiar”, un militante peronista es cercado por la policía cuando va al velatorio de su ex novia y para escapar sacan el cuerpo de la muerta y él huye escondido en el féretro. Nuevamente el hombre para salvarse debe ocupar el lugar de la mujer. O una monja que logra hacer creer a los hombres que es una prostituta para encauzar sus vidas y redimirlos, simbología de cómo las mujeres han debido crearse una doble personalidad para alcanzar sus objetivos frente al dominio del varón. Hay quienes sostienen que toda la novela Rio de las congojas es una alegoría y el recurso de la alegoría está presente en distintos fragmentos narrativos. “La flor de Hierro” canjean muertos por agua. (novela publicada durante la dictadura, vida muerte, los desaparecidos… emblema de cómo el poder dominante pretende igualar lo imposible de igualar, vida y muerte) Y esto se vincula también con la muerte como determinante de otro estado, la muerte como revelación)

   Podría afirmarse que hay algo inasible en la escritura Demitrópulos algo que no parece ser susceptible al abordaje crítico si bien lo intenté a través de sus marcas  y no me refiero precisamente a  su mirada  sobre el mundo y la historia de nuestro país desde la cosmovisión femenina hay una frase que dice en el libro “Sabotaje en el árbol familiar” cuando va a morir Waldina resaltaría entonces esa frase que es la siguiente:  “meterse bajo la piel de todas las mujeres” como una síntesis de la obra de Libertad Demitrópulos.


Conferencia realizada por Irma Verolín en La Feria  Internacional del Libro de Buenos Aires eñ 29 de abril de 2022 

sábado, 2 de diciembre de 2023

"Feminalumbre": antología con cinco poetas.

 

Una aproximación al libro “Feminalumbre” por Irma Verolín

 

Existe un concepto que sostiene que, cuando las personas se unen bajo un interés común, generan algo a lo largo del tiempo que se llama egregor. En términos modernos esta palabra de  origen esotérico  vino a encontrar su equivalencia en lo que hoy se designa como campos de energía o campos de conciencia.  El biólogo Ruper Sheldrake los bautizó campos morfogenéticos.  Cuando   la integración  de los miembros se potencia y cuanto más intensa es la búsqueda del objetivo, mayor poder tiene ese campo de conciencia. Me refiero a  un plano virtual que es la matriz del mundo.  Este pensamiento fue el primero que se me cruzó antes de enfrentarme  a esta suerte de mapa de diversidad de voces estéticas. Más allá de las estéticas individuales quise descubrir  cuáles eran  los canales internos que conectaron  esta diversidad  para que se produjera el trabajo comunitario. Pero primero voy a   ocuparme mínimamente del trazado general de obra de cada poeta.

 

BEATRIZ ARIAS:

Poesía atravesada  por una impronta de registro melancólico. La mirada poética hace énfasis en un paisaje interior que encuentra en el escenario del mundo su correlato. Las imágenes  parecen armarse en función del recorrido de la mirada. También hay una dimensión de la memoria que deja traslucir un tono de nostalgia,  lo que finalmente demarca el  ya citado tono de melancolía. Interesa profundizar el modo en que se gesta la imagen. Palabras como recuerdo, memoria, legendario hacen contraste con sustantivos muy materiales y concretos. Pero, al mismo tiempo, se percibe la construcción de una suerte de espacio imaginario, una dimensión personal donde esa materialidad alcanza un nivel simbólico.

  Poesía de marcado corte existencial, hay al menos dos poemas donde se evidencia una búsqueda de la definición del yo. De lo dialógico del primer poema se sostiene el recurso a través de apelaciones, giros verbales o preguntas dirigidas a un interlocutor o interlocutora. La tensión poética está planteada en la interrelación e intercambio de voces.

 Palabras claves: imaginar, soñar (esa otra dimensión que se aspira alcanzar) Tensión entre dos espacios, el real, áspero y el idealizado, brillante. En esa tensión se extienden gran parte de los poemas incluidos en esta antología. También el pasado perdido aparece como el lugar opuesto a lo real, en la categoría de lo brillante.

 

 

ESTELA BARRENECHEA

 El primer poema establece un diálogo con una mujer ausente, por lo que el conjunto de poemas en esta antología se convierte en una ofrenda a ella. La necesidad del diálogo pone a la poesía en un lugar de interlocutora. Lo que luego se suma adquiere entonces un tono de confesionalidad. La estructura del diálogo se mantiene en los poemas siguientes. Cada poema se abre hacia otro que va mutando su identidad. También el  yo desdoblado se convierte en interlocutor.

 En principio el espacio textual aparece como un lugar de enunciación de propósitos, luego irrumpe la poesía. “Deseo de mar”, un poema potente en su aproximación a lo intangible. Y nuevamente surge lo conceptual, el texto como espacio de  manifestación de ideas que acerca la estética a la llamada poesía de pensamiento. Y a la vez, en un poema como “La flor” la poesía se presenta  a la manera de un correlato de cierta  línea pictórica  que le ha otorgado a  determinados elementos la trascendencia a través de la mirada y el entrecruzamiento de la luz. Al modo de una propuesta de la escuela impresionista el poema intenta captar la fugacidad.  Y no puede dejarse de lado la presencia de la naturaleza como fuente disparadora del discurso poético.

 

 

MARÍA ESTHER CHAPP El mar aparece como vínculo, conexión en tanto es el camino o canal de acceso a la tierra, tránsito  de la inmigración. Un fluir del movimiento de la memoria, de la proyección de cuerpos y almas,  historia y trayectoria de una estirpe familiar. La constelación familiar   se impone como  materia poética  y alcanza esplendor.  La enumeración retórica es el  mecanismo  que le permite abarcar un amplio espectro del universo representado  creando así un clima emotivo. El movimiento es hacia atrás en la prefiguración de la construcción de una identidad, en ese remontar el tiempo, llega  incluso hasta la niña. El trabajo rítmico escoge el verso corto que le otorga al poema vitalidad, fuerza, definición y se amolda a ese delicado, laborioso y vibrante trabajo de reconquista de un entramado familiar.  No está ausente el metaverso en tanto sustento de lo demás,  de esta forma la poesía  en su ir y venir en la reconquista y la pérdida se pliega sobre sí misma con un movimiento espiralado que busca el centro.

 

LILIANA LAPADULA

Ya desde la elección de los títulos de los dos primeros poemas aparece una clave: “Contraimagen” y “Figura y fondo”; la captación de la imagen, lo que puede ser visto y enfocado encuentra en el poema su alto valor simbólico.   Detrás de cada poema parece replegarse un gesto reflexivo sobre la vida misma  dando la impresión de que el poema encierra una clave. Hay en algunas imágenes el señalamiento de lo que se esconde, lo oculto detrás de  visible o aparente. Pero también opera el tiempo que deja su “huella”, por lo que lo  visible  deviene en presente y lo que está detrás es el pasado.  El concepto de misterio sobrevuela los versos. Y a veces brota el descubrimiento como una revelación de lo oculto, surge con esplendor como en el poema “Luz ocre” que termina con “Hay vida allí/ hay otros que respiran”. Pero el misterio subsiste, nunca se termina, por eso en el poema “La sequía” resaltan dos versos: “¿un indicio? ¿Un mensaje? (ver si hay algunos otros versos con signos de pregunta). Poemas en los que aparecen varios planos porque lo que se oculta necesita su  espesor. Ocultar y descubrir: dos extremos que ponen en tensión el texto creando un repertorio que luce sus variadas facetas. El último poema “Oquedad” está compuesto solamente por dos grandes preguntas. La pregunta  opera en función de llave o  bisagra que permite salir de lo desconocido para abrirse a alguna clase de revelación.

 

 

MARIA ELENA ROCCHIO:  Nos topamos con un primer poema centrado en el yo. El sujeto de la enunciación se recorta en primer plano. Y sorprendentemente en el segundo poema da un salto hacia lo más grande: el Cosmos. En el tercer poema el yo se afirma en medio de una totalidad. La línea  poética se visualiza con claridad, hay un yo individual frente a  su opuesto, el Cosmos o una multiplicidad de seres, en esa relación se balancea en busca de una autodefinición y de un  constante auscultar lo existente. El juego no cesa en ese deslizamiento entre la  propia interioridad y el mundo exterior. Rastros de poesía amorosa, la figura del amado de un modo aludido. El recorrido prosigue en esa búsqueda que toca cada uno de los elementos en una trayectoria que amaga ser infinita. También está presente el discurso dialógico con la propia tradición literaria a través de figuras como Rimbaud o Lorca dentro del cuerpo del poema.  Y de pronto en la página noventa aparece el mar como para sellar la mención de los mares que fueron fluyendo a lo largo del libro. En el poema V (pag 93) se evidencia este tironeo entre los material y lo inaccesible, entre el yo y la totalidad. A veces el recorrido poético  se desintegra o alcanza un climax  al dar un salto hacia lo absoluto.  Dos fuerzas en tensión  han hecho posible esta poética.

 

 Dije anteriormente que me propuse encontrar el elemento que aglutinara  plasmando en el texto la ley de integración a la que aludí antes, sí nos atenemos a este concepto la construcción de campos mentales a través de la experiencia de un trabajo en común necesariamente tiene que expresarse.  Predispuesta a detectar el  orden interno que gestó esta obra colectiva, intenté rastrear las líneas subterráneas que conectan los mundos poéticos.  Hay un elemento que atraviesa varios poemas, un  elemento que considero que, respondiendo a esta ley de las organizaciones colectivas,   es común a las cinco autoras y que creo haber encontrado y se trata  del mar. Veamos.

Arias: (pag 13) y marineros pag 9, puerto pag 11, mar pag 12. Océanos, cuentos marineros pag 15, el mar pag 17 y allí “El mar es una larga carta de regreso”, pag 20 el mar).

Barrenechea Mar, pag 28 “Deseo de mar”  El mar pag 30

Chapp, En Chapp el mar aparece prácticamente como un escenario donde se desarrolla la mayoría de los poemas.

Lapadula  “Tempestades” pag 78   El soplo,  pag 69, “pleamar” “naufragan en mares de ajenjo” pag 73, “mares infinitos”, pag 74.

Rocchio Pag 90 “Yo tuve el mar” Poema XX

 

Pensemos en la simbología universal del mar: idea de la existencia, de la totalidad del Universo, el movimiento titubeante del mar en la orilla podría considerárselo una metáfora de la  ininterrumpida oscilación de nuestra vida. La  desconocida profundidad del mar con sus espacios inexplorados, una zona  incógnita que es parte de lo que somos.  La inconsistencia y penetración del agua en sus múltiples manifestaciones nos habla del período prenatal . También el mar, vastísimo territorio,  nos refiere lo inaccesible, lo inabarcable, lo que nos supera. Sin embargo desde una visión estrictamente ligada a nuestra identidad nacional el mar tiene a su vez una significación definitoria, no ingenuamente alguien dijo que los argentinos somos hijos del mar o hijos de los barcos, hay una novela de Gloria Pampillo “Costanera sur” en la que ella habla del agua y de su condición movible y cambiante y lo relaciona con nuestro carácter de argentinos, que supone ser hijos del tránsito, de lo intermedio, no ser de aquí ni de allá, poetizado en los versos de María Chapp y estratégicamente ubicados en la mitad geográfica del libro.  Todo libro como artefacto se concibe aún desde lo inconsciente con una organización, cierta crítica de análisis literario nos pide que observemos el inicio, el final y el centro de cada texto. Siguiendo esta sugerencia diré que si nos detenemos a mirar el  final de esta antología, notaremos que para cerrar -como si esta trayectoria que se ancla en el mar no fuera suficiente-  Rocchio presenta al mar como una apropiación. Y resulta curioso, la segunda poeta, Barrenechea, tituló un poema “Deseo de mar” daría la impresión de que se estableciera una trayectoria dentro del volumen entre lo que se ansía y lo que finalmente se obtiene cuando Rocchio titula su poema “Yo tuve el mar” y en el centro la apoyatura más potente que es el mar como espacio del poema trazado por la poética de Chapp, ya que el escenario de la mayor parte de los  poemas es el viaje de sus ancestros  emigrantes.  La trayectoria se describe desde “El deseo de mar”( Barrenechea) el tránsito por el mar. (Chabb)  y la obtención del mar, (Rocchio). Me refiero a una trayectoria límpida que  diseña  el derrotero de un estado de la psiquis humana que se resume en el deseo como disparador de la acción, la acción concreta y la realización final de ese deseo.

Como  ya he dicho   toda creación que duplica el mundo genera su propio sistema, crea sus  leyes  particulares, este libro no podía ser la excepción, yo creo haber encontrado   al menos uno  de esos vasos comunicantes de los muchos que deben estar allí, listos para ser descubiertos. El libro seguirá produciendo sus sentidos con cada lectura y abriendo zonas de interpretación tan amplias e inabarcables como el  mismísimo mar.



"Feminalumbre", antología integrada por poemas de Beatriz Arias, Estela Barrenechea, María Ester Chapp, Liliana Lapadula y María Elena Rocchio, Alción Editora, Córdoba, Argentina 2023

 

domingo, 5 de junio de 2022



 El libro comienza con un primer poema que expone una cabellera arremolinada, irrumpen inmediatamente los sonidos, las fragancias, el movimiento. El movimiento se instala y aunque cada poema parece ser un retrato fijo, una escena determinada en la que lo vibrante, lo que no se encajona surge  de un modo inusitado. Incluso esta impronta que elude la quietud podría encontrarse en lo saltarino del idioma  portugués escogido para cada una de las citas. Predomina una sensación de fugacidad y plenitud al mismo tiempo. Quizá eso inapresable  se agazapa en lo que huye de la vida misma. El ritmo del lenguaje entrecortado se apega a la emoción.  Es sobria la manera de acercarse a la experiencia, nada redunda,  nada sobra ni falta, esta mezcla de parquedad con ternura  demuestra que en la sobriedad  es capaz de recluirse la exuberancia. Pero se trata de una exuberancia que implosiona, ya que estamos ante un lenguaje austero,  quebrado por momentos, que recorta lo esencial, que no le teme a la vacilación,  a lo segmentado del discurso por lo que de inmediato se hace presente la imagen que deja ver un caleidoscopio, marcada por lo transitorio, lo efímero, lo deslumbrante, lo parcelado.  Podría decirse que  “Los lazos” es un libro minimalista, de un minimalismo con cierto distanciamiento brechtiano. Frente a cada imagen Gungolo escoge la fragmentariedad, la levedad, la frescura.

Hay un gesto dialógico implícito en todo el libro. Se dialoga con padres, con la abuela, con los hermanos, con los ancestros. La figura de la mujer ocupa otro lugar, aunque comparta el tono evocativo, parece ser el sitio de un relativo presente ante  ese  muestrario de situaciones ya ocurridas que  colocan en primer plano de vínculos familiares. Ella, que es puro cuerpo, contrapuntea el discurrir del pasado o de lo ya concluido, ella da la impresión de pertenecer a un pasado que se extiende hacia el presente en medio de  esta evocación apretada y conmovedora. De pronto el diálogo se plasma con cierto miembro de la familia, en forma efectiva en lo conversacional en alguno que otro poema. “Los lazos” un poemario para leer y ser releído con placer, su propuesta estética elude lo acomodaticio.



Tres `poemas del libro:

desvelo 

luego de varios intentos toma el teléfono

un animal moribundo que alcanzó a escapar

lleva el auricular y aclara la voz balbucea

el diminutivo; un nombre y el silencio

ante las cuerdas tensas a punto

de quebrarse pequeñas ramas pisadas

en la oscuridad perdida. hola la noche

está tranquila fue un día laboral cualquiera

los nísperos aguardan entregar sus frutos

todos duermen, cómo estás, el reflejo

por la ventana un cuerpo desgarbado

en un cuarto casi vacío

parece que se aproxima una tormenta

un hombre levanta la solapa del gabán

besa una estampita y camina iluminado

por las vidrieras del centro. quería escucharte

acá estamos, los perros ladran del otro lado

la radio suena en un puesto de flores

soñamos hijos, una lluvia finita y rápida

sobre la ropa en los balcones y los perros ladran

y hay ruido de cañerías y no hay nada más.

otra vez tímidos cantan algo que les pertenece

vuelve el corazón a pasar por el refugio

de cuando abrazados o de la mano

o en la cocina mientras el agua hervía

coreaban al oído o a la boca y el tiempo

como un mechón de pelo se descorre

y va detrás de la oreja. Sonríen

papeles de diario hojas secas arremolinadas 

golpean un container de basura

     boca arriba sobre la cama sin hacer

     lleva la mano a los labios roza la voz extraña

     lejana y tan otra ahora la de los amaneceres

     que hablaba en sueños animalito indefenso

     corazón mío y mataría sin saber matar y besaba.

     la canción se deshilacha y tararean

     los restos del mar en invierno

     también esto pasará. es tarde

     la lluvia paró no hay viento los perros

     acostados dan calor a su cuerpo

     de las copas de los árboles caen algunas gotas

     en bombacha y corpiño sentada en el bidet

     mira la cara en el espejo por la penumbra

     que permite la luz del living. pinta sus labios

     los perros sueñan y corren entre becerros

     cerca un carnicero limpia sus manos

     en el delantal mientras mira cómo quedó la noche.




      alianza

de los pájaros que emigra 
 
algunos en pleno vuelo sueñan

          con el diseño de flores nuevas

tiemblan los aleteos 

           cuando perciben el frío

han vuelto.

         y esa rama es la de mi árbol.

   

 

    



primavera

la abuela dijo no quiero olvidar

el vuelo de aquellos pájaros esos

que alejados deshacen la primavera.

de chico imitabas el canto del gorrión 

no abuela era mi hermano

dejó de hacerlo cuando nos echaron

del colegio y papá medicado dormía

en una cama horrible y Cesárea

con un cuchillo cortó las luces.

toma una uva absorbe la pulpa y escupe

la piel tan parecida a la suya con sus venas

parecen raíces las manos que tanto sembraron

hicieron pan y parecen raíces. me habla

de los hermanos que perdió en la guerra

Arcángel y sus rulos dorados

hace el ademán de la caída dibuja

un tirabuzón lo esculpe en el aire

con los brazos extendidos representa

la bomba, nunca vi sus ojos

llenos de lágrimas. sobre esa historia

sigue la de los hermanos que volvieron vivos

y tuvieron que leer el apellido en la valija

y bajar en el mismo pueblo y abrazar

a la misma madre para reconocerse.

una tarde mi abuela volvió a insistir

en plena cosecha de trigo

Antonio dijo: Giuseppina perché

tomaron sangre por sed y la escupieron

fueron prisioneros de los ingleses

muchas cartas perdidas muchas noches

pensaron que morían mataron.

encabalga el suspiro en la respiración

señala un árbol me toma del brazo

el paisaje de San Quirico de montañas

y mar pasea por sus ojos

con intensidad tierna describe

siempre la misma imagen

la casa de piedra el campo más allá

las montañas y al otro lado el mar.

una bandada irrumpe en su vuelo

la armonía de la tarde cede

a los ojos de la nona y sus manos

de venas como raíces me acarician:

comienzo a imitar el canto de un gorrión.

                                   "Los lazos", Pablo Gungolo, Salta el Pez ediciones, Buenos Aires 2019.

 


Pablo Gungolo
   
Nació en Bahía Blanca, 1980. Actualmente vive en Buenos Aires. Ha publicado Polaroid (ed. La Parte Maldita, 2011)   "Los restos" (finalista del Premio Victoria Ocampo 2014) y "Los lazos". Participó del equipo editorial de Segunda - Cuadernos de danza. 

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GRACIELA PEROSIO: Apuntes sobre “Fresias de octubre”

 

   


 “Fresias de octubre” es un texto lleno de limpidez y con giros narrativos que le aportan ritmo a  su visible diafanidad. Podría afirmarse que en el primer y más extenso tramo del libro estos poemas  simplemente “transcurren”.  Se percibe un predominio de la transparencia del lenguaje que se deja atravesar por las circunstancias aludidas.

Leer este libro es como deslizarse por un tobogán y, al mismo tiempo,  produce un  impacto por su diafanidad, lenguaje límpido para la espesura de la vida. Es como si al lenguaje se le quitara en todo lo posible su densidad en contraposición  a  aquello a lo que se alude. El juego está allí, si se quiere el guiño está justamente allí. Se trata de ablandar el lenguaje para que obedezca, es imperioso volverlo terso para que el testimonio fluya y en esa fluidez se agazapa lo inconcebible: el hueso duro de la realidad.

    Estamos ante un caso peculiar: Cuando la poesía reescribe el género crónica y sigue al pie de la letra el acontecimiento, desnudándolo en cada verso. Una poesía del siglo XXI en la que se trabaja la escritura transgénero. Es poesía, sin duda, pero a la vez serpentea por el filo de la narrativa: nuevamente el guiño al que me refería anteriormente.

   Como lectores y lectoras somos testigos del propio cuerpo convertido en un impedimento, cada una de sus partes no responde, este cuerpo inconexo, disgregado, se vuelve ajeno  igual que  si se tratara de un territorio a conquistar. La primera  sección del libro  se organiza a manera de un registro de este impedimento y  despliega un peregrinaje por hospitales, sanatorios y consultorios médicos. Aquí el lenguaje  se comporta como si estuviera frente a algo tan rotundo de la vida que no encuentra otro recurso que retroceder hasta su nivel más primordial, hasta lo más despojado de su significación.  Digamos que el  lenguaje  está en su base, al pie, a pie juntillas como si respetara tanto los acontecimientos que se aferra a su sentido más nítido. Se trata del periplo de la desobediencia de un cuerpo, nos enfrentamos a un cuerpo en estado de rebelión, la voz que teje los poemas habla de su cuerpo como si ese cuerpo se le retobara, como si hubiera una profunda desconexión entre mente y cuerpo. El lenguaje dócilmente se amolda,  se adapta a su imperiosa finalidad, el cuerpo no.  El periplo va desde el presente del poema, cuyo eje ha sido el cuerpo,  casi sumido en un estado de fragmentariedad y migra hacia el pasado a través de un salto instantáneo y  entonces, de pronto, el eje aparece puesto en el corazón de la niña y en el de su hermana. En esta migración inmediata lo fragmentario, lo cercenado encuentra su unidad en un centro: el corazón. Un corazón que además tiene una particularidad, es extraño y único, las dos hermanas  comparten esta cualidad.  Este viaje  que va desde la enfermedad al pasado remoto   -la infancia- y al pasado juvenil donde  la hermana sufre cautiverio durante la dictadura militar,  ha dado un giro, ha realizado  un movimiento trascendental para que el texto pase en un relámpago de la enumeración. de la penuria corporal a lo histórico social y lo individual emocional,  aglutinando todo mediante un mismo  desplazamiento. Surgen  de este modo nuevas voces y una modificación drástica en el uso del lenguaje para que surja el lirismo y el discurso se module en nuevas variaciones. . A las voces de los médicos y de las amigas, se le suma la voz de la madre, la voz del origen que actúa como pitonisa, otro centro más que contribuye a aglutinar lo disperso y sumar significación. Estos son poemas filtrados por las voces que irrumpen en el texto y afectan la modulación de la voz del sujeto de la enunciación, que  da testimonio no sin su cuota de ironía a veces, en medio del estado de confusión e incertidumbre que le impone su cuerpo.  Resulta sumamente interesante el movimiento que adquiere el libro con este giro hacia el final, alcanza un esplendor que resignifica lo anterior. Desde lo pecuniario, desde ese estado de materialidad se salta hacia un grado de comprensión de los hechos, se conecta la penuria del cuerpo con la penuria social de la represión de la última dictadura  militar a través del cuerpo de la hermana. Pero esto se efectúa de modo tangencial, sin remarcar la conexión,  quizá con la misma fantasmalidad con que fue expuesta la dificultosa relación con el propio cuerpo.  De la pulsación cronológica, una suerte de Vía Crucis, se alcanza una especie de estado redencional en el texto, ese vuelco hace que el pasado se deshoje, se desdoble en sus muchos tiempos, así el libro logra su espesura y su  meduloso sentido.

 

                         




 Graciela Perosio nació en Buenos en 1950. Es Profesora Universitaria en Letras. Publicó once libros de poesía: Del luminoso error, Brechas del muro, La varita del mago, La vida espera, La entrada secreta, Regreso a la fuente, Sin andarivel, Balandro, El privilegio de los años y El ansia. En el 2016 se editó una antología de sus poemas, Escampa, el corazón, con un estudio de Silvia Calero. Escribió ensayos sobre la vida poética de Alfonsina Storni, Norah Lange, María Elena Walsh, Carlos Latorre, Elvira Hernández, Erri De Luca, entre otros. Su obra fue traducida parcialmente al italiano, portugués e inglés.