En los poemas de Marta Braier hay una levedad que estremece. ¿Captar de la vida lo que casi no puede ser expresado en un vuelo rasante? ¿Dar cuenta de la médula de las cosas del mundo y de su aura al mismo tiempo? En su escritura siempre hay un toque inquietante y conmovedor que nos impulsa a reencontrarnos con el texto una y otra vez.
Naturaleza muerta
La luz de la cocina
ha menguado esta mañana
En el centro de la mesa
la dulce jarra. Sola
con su justa medida
pero si nos acercamos
un aire indefenso y tibio
ronda
Esta jarra te sobrevive, papá,
con su simple manera
de estar en el mundo
La manija en su lugar
Hueco que recibió tu mano.
Un círculo perfecto
Al Coco Ruffa, in memorian
Luz de luna la ventana
deja ver. Su voz:
un círculo perfecto
Ya ves, la vida
haciendo camino
hasta que un buen día
presenta su desfile
(Ay, cuando el Coco Ruffa cantaba)
Ahora su voz vuelve
desde una ranura envejecida
y vuelve a mi regazo un ángel
-esa aproximación-
el hilo delgado que dejaste.
Marta Braier nació en Tucumán; es Profesora en Letras egresada de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nac. de esa provincia. Poeta, especializada en Creatividad y Crítica Literarias, dirige talleres de Escritura y Literatura desde 1982 y coordina actualmente el Taller Literario para Jóvenes de la Biblioteca Nacional. Es autora de "Gestos de minué"-Libros de Tierra Firme- 1999 y de "Ésta es la tierra ,corazón"- Editorial Último Reino, 2005. Reside en Buenos Aires.
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